En los pasillos del hospital de Clínicas se esconde una historia oscura. Un historia de frustración, locura y venganza. Es el mito de Pascual Colombo, quien sin ser médico operaba pacientes mientras dormían en la noche.
Colombo había llegado a la Ciudad de Buenos Aires proveniente de una provincia del norte para cumplir su gran sueño: convertirse en un médico reconocido. Obligado a trabajar para sobrevivir el joven empezó a dejar de lado el estudio. Esto lo llevó a reprobar los exámenes una y otra vez. Sin embargo, nunca dejó de intentarlo.
Hasta que un día todo cambió. Un llamado desde su provincia natal le informaba que su madre había muerto. La razón: una explosión de vesícula. El joven nunca se perdonó no haber llegado a ser médico para ayudar a su madre.
Desequilibrado, Colombo abandonó todo y comenzó a frecuentar el hospital de Clínicas, donde refugiado en la oscuridad de la noche operaba de vesícula a los pacientes que indefensos descansaban en las salas de internación.
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